Las arritmias cardíacas, trastornos en la frecuencia o ritmo cardíaco,no son exclusivas de los adultos; también pueden afectar a los niños. Aunqueestas irregularidades a menudo no causan daño, pueden ser señales de problemascardíacos más profundos o incluso representar un peligro inmediato para lasalud, según explican las enciclopedias médicas.
El corazón, una bomba que lleva sangre a los pulmones y al cuerpo,normalmente opera gracias a un sistema que produce y conduce señales eléctricasy nerviosas. Estas señales garantizan que el corazón se contraiga de maneraordenada. Sin embargo, cuando este sistema eléctrico presenta problemas, puedensurgir arritmias.
En los niños, las arritmias más comunes son las taquicardiassupraventriculares, según el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (HUQM),en España. Aunque estas arritmias pueden ocurrir a cualquier edad, suelenmanifestarse entre los 8 y 15 años.
El Dr. Tomás Datino, jefe de la Unidad de electrofisiología y arritmiasdel HUQM, destaca en declaraciones a EFE que las arritmias en niños suelenpresentarse con síntomas como pulso rápido, palpitaciones, fatiga y mareo. Encasos excepcionales, pueden causar pérdida de conocimiento.
A diferencia del enfoque anterior, que retrasaba la intervenciónesperando el aumento de tamaño del niño, ahora se prefiere abordar lasarritmias de manera precoz. Datino enfatiza que este enfoque invasivo es máseficaz y seguro gracias a la tecnología y experiencia actual.
La intervención implica un estudio electrofisiológico, durante el cualse diagnostica y trata la enfermedad. Este procedimiento se realizaintroduciendo catéteres a través de una vena o arteria, generalmente a nivelfemoral, hasta el corazón. Los catéteres estimulan diferentes partes delcorazón para diagnosticar la arritmia. Una vez identificado el origen, seutilizan pequeñas quemaduras con calor o frío para eliminar las célulasresponsables.
Este enfoque tiene una eficacia superior al 90 por ciento y permite quelos niños que padecen estas taquicardias no sufran limitaciones para realizaractividades físicas. Después de la intervención, el paciente pasa unas horas enrecuperación y, luego, una noche hospitalizado para observación.
Las taquicardias supraventriculares a menudo se detectan a través deelectrocardiogramas requeridos por federaciones deportivas antes de federar aun niño. Aunque la arritmia puede limitar la práctica de deportes, elprocedimiento de ablación permite a los niños realizar actividades físicas sininconvenientes.
El Dr. Datino subraya que, aunque estas taquicardias generalmente tienenbuen pronóstico, son limitantes para realizar actividades físicas intensas. Encasos asociados con el síndrome de Wolff-Parkinson-White, que implica un riesgode muerte súbita, la intervención de ablación es especialmente indicada.
La edad para la intervención no tiene un límite mínimo, y se puederealizar incluso en bebés si es necesario. Esta intervención precoz no solotrata eficazmente las arritmias en niños sino que también les permite llevaruna vida saludable desde una edad temprana. La detección y el tratamientotempranos abren la puerta a un futuro sin limitaciones para estos jóvenespacientes.
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